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Archive for junio 2019

Por: Rosalía Guerrero Escudero[1]

El internet trajo consigo una serie de fenómenos que han causado furor en la sociedad ya sea por sus claras ventajas o por su alto nivel de incoherencia. Así, vivimos la fiebre del comercio electrónico a finales de los 90 y principios de este siglo; luego apareció YouTube que va desde videos instructivos muy útiles, hasta otros que no guardan ningún sentido ni lógica; y aparecieron las redes sociales digitales que han llevado nuestras emociones de arriba abajo.

Hoy en día, todos disfrutamos de un buen meme, ya sea por su ingenio, por su gráfica o por su contenido. Estos son el ejemplo más claro de la repetición que se da en este medio. Pero, no es todo lo que ha tenido ese impacto de reproducir como recetas el mismo tipo de imágenes.

Primero lo vivimos con las ya conocidas #selfies, que para los xenialls no fue tan fácil, pues los celulares no tenían cámara, así que había que hacerlo con una cámara de verdad; luego tuvieron cámara pero sólo la posterior, por lo que había que tener habilidad para atinarle al encuadre. Pero, finalmente, la tecnología nos facilitó de una cámara frontal, así las #selfies inundaron el internet, y principalmente Facebook.

Con la aparición de Instagram, una plataforma completamente visual, las repeticiones temáticas en las fotografías explotaron. Hay muchas de comentar, como las fotos desde una perspectiva de punto de vista del sujeto, en las que se ven las piernas de la persona que está recostada frente al mar, o las fotografías cenitales de los pies en suelos con diversos patrones geométricos, o las fotos del brazo de quien toma la foto de la mano de su pareja, pero hoy aquí quiero enfatizar en el caso de las #foodies o fotografías de comida.

Si bien, cualquiera de las mencionadas anteriormente ya se veían en diversas redes sociales, fue con la aparición de Instagram que creció su presencia y se popularizaron. Tomar la fotografía del plato de comida no es nada nuevo, si tomamos como base los ejercicios pictóricos que todo artista visual ha hecho en la formación de su talento con los bodegones o naturaleza muerta. Estoy segura que todos hemos tenido en algún momento un bodegón colgado en nuestra pared, ya sea porque lo hemos adquirido por decisión o porque es parte de un calendario por ejemplo.

Los bodegones, al igual que las #foodies, han pretendido mostrar la abundancia o escases de quien la presenta. Hoy en día incluso encontramos artistas visuales que generan imágenes de bodegones para representar la poca calidad de nuestra alimentación, o la diferencia cultural de nuestras despensas, entre otras situaciones.

Es interesante tomar este concepto de la abundancia y escases, puesto que normalmente se ha considerado que la gente fotografía su comida para presumir dónde se encuentra comiendo; sin embargo, no siempre es así. Puede tener más una relación contextual.

Las redes sociales, como desde su nombre lo podemos intuir, nos implica relacionarnos y convivir con otras personas, algunas veces cercanas y que son parte de nuestro círculo inmediato fuera del internet, y algunas otras con personas con las que nos relacionamos únicamente virtualmente. Cualquiera que sea el caso, en este espacio digital nos conformamos un perfil, y por tanto una personalidad que deseamos concretar a través de lo que compartimos. Por lo tanto, no podemos únicamente considerar que las fotografías de comida responden a la demostración de un estatus social, también podrían considerar la configuración de una identidad, por ejemplo regional, o podría ser parte también de una crítica a otra forma de alimentación; es decir, hay tantas posibilidades como personas que publican estas imágenes.

Ahora, ¿qué pasa con la estética de la imagen? Pues algo muy similar, mientras algunos de nosotros podamos considerar que no todas las imágenes de comida son agradables a la vista, esto va a quedar en segundo término cuando hay otro usuario que responde a esa imagen a través de sus emociones, por ejemplo porque no ha probado en años ese guisado.

La gastronomía es cultura y, como parte de esta, también puede ser expresada de manera gráfica como lo hacen las #foodies, probablemente uno de los estilos de repetición del internet que llegaron para quedarse. Así que la próxima vez que vea una fotografía de estas en sus redes sociales no sólo la piense en términos de composición, si no de contexto y aproveche para recordar la última vez que degusto tal platillo o con quién lo disfrutó, y haga de esa imagen una emoción más que una crítica.

Publicado el 13 de junio de 2019 en: https://www.elindependientedehidalgo.com.mx/fotografia-de-comida-se-te-antoja/

[1] Doctora en Ciencias Sociales, catedrática de la Licenciatura en Comunicación de ICSHu, UAEH. Correo electrónico: rosalia_guerrero@uaeh.edu.mx

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Por: Rosalía Guerrero Escudero[1]

Hablar de Photoshop hoy en día es común para gran parte de las personas, incluso hemos castellanizado el término, por ejemplo, cuando vemos una imagen que nos parece irreal y concluimos que ha sido fotochopeada.

En este sentido, hablamos cotidianamente de la manipulación de la imagen desde que existen estos programas de edición digital. Sin embargo, la edición de las fotografías existe casi a la par de su creación y desarrollo.

La impresión de las fotos dentro del cuarto oscuro permitía a los impresores realizar edición en primera en términos de exposición, es decir tiempo y luz; pero también permitió poder componer las imágenes a partir de otros negativos, o eliminar objetos de la imagen.

A pesar de ello, cuando la fotografía tomó posición dentro de la prensa, en 1873, creó una sensación de certidumbre en la audiencia, ya que la imagen proveía elementos visuales que aclaraban el hecho y que permitían poner un rostro real a los actores de la noticia.

Principios y mediados del siglo XX fueron la época de oro de la fotografía, los fotógrafos de prensa se consagraron como tales, revista como Life o National Geographic, crearon reporteros gráficos de renombre y posicionaron a la fotografía en un nivel importante dentro del periodismo. El desarrollo de otros medios de comunicación como la televisión y posteriormente el internet la impactaron de diversas maneras.

El efecto principal lo tuvo la digitalización de los medios y en concreto la aparición de programas de edición computacionales pues las personas comenzaron a cuestionar su veracidad, la simple posibilidad de que la imagen hubiera sido alterada a través de un programa de edición ha generado incertidumbre en la audiencia. El internet fue lo siguiente que sumó a esta duda, pues permitió que de un mismo hecho pudiera acceder a distintas imágenes, lo que puso al descubierto distintos hechos en los que una fotografía ha sido alterada.

En este siglo hemos tenido diversas polémicas de fotoperiodistas que han modificado imágenes – desde cambiar tonalidades hasta eliminar objetos de las mismas – y que han quedado al descubierto, ya sea por páginas de internet, otros medios o el retiro de premios y galardones.

La objetividad de la fotografía siempre será cuestionada, ya que la creación de la imagen incluye la visión del fotógrafo, quien decide el encuadre y composición de la misma; sin embargo, en esta decisión puede existir imparcialidad y una búsqueda de presentar la escena más cercana a la realidad que se cuenta. Este es el valor principal de la imagen en los medios, generar certidumbre a partir de generar cercanía con la realidad, las fotografías nos sitúan en tiempo y espacio, además que nos permiten reconocer e identificarnos con la situación expuesta.

Actualmente, muchos medios de información, así como agencias de noticias han tomado medidas para evitar que sus fotógrafos manipulen o alteren las fotografías de un hecho noticioso y han puesto un mayor énfasis en el código de ética de los fotoperiodistas, estas acciones sumadas a la presión que los propios usuarios hacen en los espacios virtuales son positivas para recuperar la certidumbre en las gráficas periodísticas.

El periodismo gráfico tiene un amplio panorama en los medios digitales, éstos lo han potencializado, a pesar de ello si tendrá que reconfigurar la confianza de los consumidores de noticias, así como posicionarse frente a los ahora llamados periodistas ciudadanos pero eso será tema de otra columna.

Publicado el 30 de mayo de 2019 en: https://www.elindependientedehidalgo.com.mx/la-incertidumbre-de-la-imagen-en-la-era-digital/

[1] Doctora en Ciencias Sociales, catedrática de la Licenciatura en Comunicación de ICSHu, UAEH. Correo electrónico: rosalia_guerrero@uaeh.edu.mx

 

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